Encabezado:

La misión del abogado consiste en servir eficazmente a la justicia, erigiéndose en su más preciado colaborador. No sólo a través de su actuación en los conflictos que se diriman ante los estrados judiciales, sino también cuando participa en la búsqueda de soluciones autocompositivas. Sin embargo, en las situaciones concretas a menudo no es tan sencillo y aparecen distintas misiones que el letrado debe cumplir y que son objeto de análisis por el autor.

Sumario:

I. El abogado y los fines públicos del proceso civil. II. Misión igualadora de las partes. III. Misión depuradora, simplificadora y desformalizadora del proceso - El apego a la probidad y buena fe. IV. Misión esclarecedora de las circunstancias objeto del debate. V. Misión pacificadora y componedora. VI. Misión moralizadora: epílogo.

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